En el post anterior te conté acerca del proceso de creación de esta web, de mis servicios y como te puedo acompañar. Hoy quiero compartirte algunas pinceladas de mi vida, así me conocés un poquito más.
1 Soy hija única. Siempre soñé con tener hermanos pero no se dio. Durante la niñez y adolescencia me lamentaba. La vida me compensó con muchas hermanas y hermanos de camino.
2 Me llamo exactamente igual que mi madre, comparto con ella sus tres nombres: Mercedes María Magdalena. Sin dudas eran otras épocas donde heredar nombres era común. La psicogenealogía, cargas familiares y esos temas estaban muy lejos.
3 Conocí el dolor de la pérdida muy temprano. Mi padre falleció cuando yo tenía dos meses. Poco tiempo después fallecieron mis abuelos, los que quedaban.
4 Soy uruguaya, de montevideo. Me crié en la Ciudad Vieja, en un edificio frente a la Plaza Zabala. Ya no vivo allí. De vez en cuando me doy una vuelta por esa plaza que amo y que guarda en cada rincón recuerdos de mi infancia y adolescencia. Recuerdos que mantengo en mi mente y en alguna de las pocas fotos que rescaté.
5 Me encanta andar en bicicleta y sigo disfrutando hamacarme. Ambas cosas me conectan profundamente con mi niña interior. Me subo a la bici o a una hamaca y automáticamente sonrío (tal como lo ves en la foto). Sentir el viento en la cara… ¡Uff! ¡Hermosa sensación!
6 Hablo francés e inglés. El primero – que aprendí de niña – mucho mejor que el segundo. No hay forma en que me convenzan que el inglés es más fácil, a mí me sigue resultando un enredo.
7 Me costó mucho quedar embarazada. Después de unos años de tratamientos, pérdidas de embarazos y mucho estrés, hoy soy una feliz madre de dos, ya adultos. Por cierto, ninguno lleva el nombre de su padre o el mío. Estoy muy agradecida por sus vidas y por lo que aprendo de y con mi hija y mi hijo cada día.
8 Realizo trabajo voluntario y me encanta. Lo había hecho mucho durante mi etapa liceal y hace unos años retomé. Esta vez acompañando bebes. Me llena de vida, de ternura, de gratitud.
9 Trabajé de muchas cosas, durante varios años en informática, dando clases y haciendo desarrollo a medida, primero como empleada y luego en forma independiente (ahí nació mi semilla emprendedora). Si bien no lo hice por vocación, disfruté y aprendí muchísimo dando clases. Me sigue gustando enseñar.
10 Me formé en coaching, eneagrama y tanatología. Todas estas disciplinas me aportan, sin embargo la tanatología me sorprendió por su poder transformador hablando de todo aquello que habitualmente no se habla: enfermedad, muerte, suicidio, soledad, vulnerabilidad, vejez, miedos… También hablamos de amor, conexión, sentido de estar vivos, de nuestras fortalezas y de tomar la oportunidad de VIVIR en plenitud. Es abrazar a la vida con sus alegrías y sus tristezas. Agradezco haber encontrado en ella mi propósito y mi camino para aportar mi granito de arena al bienestar de las personas.
Nos estamos viendo,
Abrazos,